Injertos de hueso

Existen dos situaciones en las cuales es posible pensar en injertar hueso. La primera ocurre cuando debido a la enfermedad periodontal, combinado con otras causas como el trauma oclusal, el hueso se destruye entre las raíces de los dientes y deja unos defectos en forma de cuña. En estos casos, se puede contemplar un injerto óseo para mejorar el pronóstico de los dientes comprometidos.

 

La segunda situación se presenta cuando alguno de los dientes tiene un pronóstico malo y en un futuro se piensa colocar un implante dental en esa zonas, es necesario realizar el injerto óseo con el fin de preservar la integridad del hueso.

 

 

 

 

 

 

Color Skin

Nav Mode